jueves, 24 de septiembre de 2015

CENTRAL PARK

                       “Central Park” de Guillaume Musso


Alice Schäfer acaba de despertarse completamente desorientada en un parque, no sabe dónde se encuentra, y está esposada a un hombre totalmente desconocido para ella; su blusa está llena de sangre, lleva una pistola que no es la suya y lo que es peor, a esa pistola le falta una bala….Alice es policía de la Brigada Criminal de París, y lo último que recuerda es haber pasado la noche de fiesta con un par de amigas por los Campos Elíseos, bailando y bebiendo unas cuantas de más. Cuando el desconocido se despierta, le dice que su nombre es Gabriel Keyne, que es pianista de jazz, y que él lo último que recuerda es haber pasado la noche tocando en un pub de Dublín…Ninguno de los dos lleva documentación encima, han perdido todos sus objetos personales: móviles, cartera y demás… Solamente tienen escritas extrañas cifras en sus antebrazos que no saben a qué  corresponden…  Cuando entre los dos intentan averiguar mirando a su alrededor dónde se encuentran, divisan el famoso Bow Bridge de Central Park… ¿Cómo es posible que se encuentren en Nueva York si la noche anterior uno de ellos estaba en París y otro en Irlanda?¿Cómo han llegado hasta allí?¿Qué les ha sucedido?¿A quién pertenece la sangre de la blusa de Alice?

A partir de este momento comienza una aventura de intriga de ritmo completamente vertiginoso, en la que nuestros dos protagonistas intentarán encontrar y atar los cabos necesarios que expliquen su peculiar situación. Una carrera de obstáculos llena de saltos en el tiempo, llena de recuerdos que nos ayudarán a conocer el trágico pasado de Alice y en especial, el caso más complicado de su carrera, en el que tuvo que enfrentarse a un despiadado asesino en serie.

La novela está llena de giros inesperados de principio a fin, cuando crees que ya has resuelto el misterio, el autor te sorprende con un nuevo giro totalmente imprevisible con el que zanja perfectamente toda la historia, todo queda cerrado, aclarado y explicado, y el lector se queda boquiabierto ante la resolución final, pues uno para nada se esperaba que pudieran ir por ahí los tiros…

Guillaume Musso es uno de los autores franceses más leídos de este siglo, sin embargo, es esta la primera vez que una novela suya cae en mis manos. No tenía ninguna referencia de sus libros anteriores, así que no sabía muy bien qué tipo de lectura iba a encontrarme; al principio, a pesar de que la trama me resultó atractiva desde el primer momento, ya que consiguió atraparme y me picó la curiosidad desde las primeras páginas sobre lo que podía haber llevado a Central Park a nuestros protagonistas, temí, por la sencillez de la narrativa y de la expresión del autor, estar ante una novela de Young Adult, género que no me va para nada; sin embargo, a pesar de que el estilo sencillo predomina a lo largo de toda la historia, no puedo decir ahora que la he terminado que sea un libro exclusivo e ideal para veinteañeros, aunque seguro que si yo tuviera veinte años lo habría disfrutado mucho más de lo que lo he hecho… “Central Park” es lo que yo denominaría “lectura ligera”, el típico libro ideal para el avión o para cuando te apetece leer algo realmente entretenido, emocionante y que consiga hacerte evadir de la realidad sin necesidad de devanarte los sesos. Un libro de los que al leerlos las páginas vuelan, que os durará como mucho un par de días, tanto por lo atrapante de la historia como por la agilidad de la trama.

Me ha gustado mucho cómo el autor entreteje todo el misterio, cómo lo plantea, cómo lo desarrolla y el sorprendente desenlace final. También la manera en que el autor introduce las notas de romance a lo largo de la novela me ha parecido interesante, pues en mi opinión ha sido todo un acierto, sobre todo para atraer al público más joven del que hablaba previamente. Y especialmente quiero mencionar las partes que invitan a la reflexión, sobre todo cuando nos acercamos al final, en el que serias cuestiones sobre la vida son planteadas. Geniales han sido también las citas de personajes célebres con las que el autor comienza cada uno de los capítulos del libro, geniales las citas pero también magnífica la relación entre el capítulo y cada una de ellas. Si volvemos a leerlas una vez finalizado cada capítulo lograrán sacarnos todas y cada una de ellas una media sonrisa cómplice y comprensiva…

Los personajes principales también me han convencido: Alice, con su trágico pasado y un carácter realmente complicado aunque completamente comprensible, y Gabriel, quien nos mantiene en vilo a lo largo de toda la novela sin saber muy bien qué pensar sobre él… Con los dos recorreremos las calles de Nueva York, sintiéndonos realmente en la Gran Manzana, por lo que la ambientación de la novela está también cuidada y bien trabajada.

Estamos por lo tanto ante un libro que a simple vista y mientras lo estamos leyendo, resulta verdaderamente sencillo, pero una vez que lo finalizamos y lo analizamos nos damos cuenta que esconde más de lo que parece, y que es mejor novela de lo que habíamos pensado en un principio. Así que para todos aquellos que tantas veces me preguntáis por una “lectura ligera”, creo que os encontráis ante el libro perfecto, os garantizo que la historia os atrapará y os resultará de lo más entretenida y que terminaréis el libro en lo que dura un suspiro. Misterio, romance, emoción y giros inesperados en el corazón de Manhattan, ¿te lo vas a perder?


 ¿Y vosotros?¿Ya conocíais los libros de Guillaume Musso?¿Tenéis algún autor de cabecera cuando necesitáis una “lectura ligera”?


jueves, 10 de septiembre de 2015

UNA PASIÓN RUSA

                             “Una pasión rusa” de Reyes Monforte

No es esta la primera novela que leo de Reyes Monforte,ya había disfrutado y aprendido mucho con “La rosa escondida”, por lo que tenía muchas ganas de encontrarme de nuevo con esta autora.

En esta ocasión, como ya es habitual en las novelas de esta escritora, nos vamos a encontrar con una dura historia protagonizada por una mujer, pero esta vez, la mujer protagonista, es una mujer real, por lo que lo apropiado sería decir que “Una pasión rusa”, es la biografía novelada de la cantante de ópera Lina Prokófiev, casada con el célebre músico ruso Serguéi Prokófiev.

La novela está dividida en cinco partes. La primera de ellas nos sitúa en Nueva York, en 1918 y allí conocemos a Lina, de soltera Codina, una joven de apenas veinte años que sueña con convertirse en cantante de ópera. Hija de músicos, su amor, su pasión por la música, la lleva a asistir a todo tipo de conciertos y actuaciones, y será en uno de ellos donde se encuentre por primera vez con la genialidad y el innovador estilo del ruso Prokófiev. La chispa entre ellos salta en el mismo momento en el que sus miradas se cruzan por primera vez, la admiración que siente Lina por la música creada por Serguéi hace que se enamore tanto del músico como del hombre a partes iguales. Serguéi, al igual que todos los hombres que se encontraban con Lina, no puede evitar sentirse completamente atraído por su belleza, su carisma y su irresistible sonrisa.

Tras ese primer encuentro harán lo posible por verse de nuevo, y comenzarán una relación casi clandestina al principio, en la que se irán conociendo y enamorando cada vez más, a pesar de la desaprobación por parte de la madre de Lina quién no ve muy claras las intenciones que el prometedor músico tiene con su hija…

Pero a pesar de la oposición materna, cuando  Prokófiev le propone a la joven Lina irse con él a París, ella no lo duda ni por un momento y se lanza a la aventura de instalarse en la capital francesa siguiendo al amor de su vida.
En París, en pleno apogeo de los años 20, la pareja vivirá la mejor época de sus vidas: enamorados y codeándose con todos los grandes artistas, intelectuales y genios de la época (Hemingway, Chanel, Matisse,Ravel, Diágueliv…), Lina siente que no se podría ser más feliz, tiene todo lo que siempre ha soñado. Pero esta segunda parte llena de alegría dará paso a una tercera, en la que  empezarán a germinar los futuros problemas de la pareja.

En el año 1936, y tras visitar Rusia como invitados de manera gratificante, Serguéi le suplica a Lina que se muden a vivir a Moscú : como ruso, echa de menos su patria y necesita volver, estar con los suyos, tocar allí, componer allí, y sobre todo, recibir de parte de sus compatriotas, el mismo reconocimiento que tuvo en el resto del mundo…Lina, a pesar del miedo que siente ante lo que les pueda ocurrir por tomar esta decisión,ya que no olvidemos que Stalin estaba en el poder en esa época, no es capaz de negarse a los deseos de su marido, por lo que la familia al completo comenzará allí una nueva vida en la que las nubes negras de los problemas no tardarán demasiado en aparecer…

La cuarta parte de la novela tendrá lugar en Moscú también, y en ella viviremos muy de cerca, cómo se vivió en Rusia la II Guerra Mundial y cómo el régimen del terror llevado a cabo por Stalin en el país afectó a miles y miles de personas inocentes, entre ellas nuestra protagonista, que por el simple hecho de ser extranjera y tener amigos de diferentes nacionalidades, fue condenada por espionaje contra el régimen a veinte años de trabajos forzados en un gulag, y será allí, en el horror del gulag, dónde se desarrolle la quinta y última parte de la novela.

Me ha quedado una sensación de amor-odio tras haber leído esta novela…Por una parte, la vida de Lina sí que me ha parecido de lo más emocionante e interesante, además, el contexto histórico en el que se sitúa la novela, que va principalmente desde los felices años 20 hasta el año 1956, tres años después de la muerte de Stalin, es uno de mis preferidos, y se aprende mucho de cómo era la vida en Rusia en aquellos tiempos, se profundiza en la revolución de los bolcheviques y en cómo sus propios camaradas, inexplicablemente, acabaron apoyando el régimen estalinista y persiguiendo y matando a los que pensaban igual que ellos…Duele en el alma leer cómo aquellos que comenzaron juntos una misma revolución, defendiendo unos mismo ideales de igualdad, acaben echando por tierra valores y demás, y se pongan de lado de las atrocidades cometidas por Stalin…

Lo que no me ha gustado de la historia , además de algo que contaré en una anexo a esta reseña, es que tanto en la parte que transcurre en París como en la llegada a Moscú, hay muchas páginas en las que se suceden demasiadas listas de nombres de personas con las que se codea el matrimonio Prokófiev, y esos listados interminables, desde mi punto de vista, ralentizaban el ritmo de la novela y hacía que por momentos me resultara un poquito aburrida… Además, he de reconocer que tampoco soy una gran melómana, por lo que quizás, mi falta de pasión por la música haya hecho que no haya disfrutado de ciertas partes de esta novela como debería. He disfrutado mucho más todo lo relacionado con la parte histórica que con la parte artística y musical, y ésta última, debido a la profesión de los protagonistas, ha tenido más peso en la novela…

En cuanto a los protagonistas, Lina me encantó al principio, me gustaba su fuerza, su decisión, su manera de amar y de vivir la vida, su energía y su pasión… sin embargo, cuando sucede lo que os contaré a continuación, el personaje de Lina se vuelve para mí incomprensible y deja de gustarme su manera de actuar y de afrontar la vida. Serguéi no me gustó en ningún momento, me pareció desde el principio un niño mimado y consentido, a pesar de ser ya todo un hombre adulto, con un ego demasiado grande que lo hacía sencillamente insoportable: sería un genio y un artista, pero sus berrinches, sus miedos y sus debilidades no estaban a la atura de su música, todo lo contrario.

Para finalizar sólo me queda deciros que si disfrutáis leyendo biografías, seguro que la de Lina no os va a dejar para nada indiferentes. Enmarcada además en un contexto histórico de lo más atractivo y con la banda sonora del mismísimo Serguéi Prokofiev resonando de fondo, “Una pasión rusa” os resultará de lo más entretenida.





SPOILER : Leer sólo si se ha leído la novela

No os podéis imaginar lo mal que me ha sentado la manera en la que Lina afronta la infidelidad de Serguéi. Cómo una mujer como ella, que lo tenía todo: inteligente, bella, carismática, culta, elegante….cómo se humilla de la manera que se humilla, al seguir viviendo con su marido cuando descubre que tiene una amante…Cómo consiente en seguir compartiendo vida, casa, cama… cómo ansía en todo momento que su marido vuelva con ella a pesar de la traición, de la falta de respeto cometida… Por mucho que lo quisiera, a mí su comportamiento me ha resultado doloroso e incomprensible…Siempre pensé que Serguéi era muy poco hombre para Lina, pero al final del libro, mucho más, y me dolió que ella no se diera cuenta… que la vida le pusiera en el camino hombres buenos, inteligentes, enamorados de ella, con lo que podría ser feliz de nuevo, y que ella siguiera enamorada de Prokófiev…me subía por las paredes viéndola actuar de esta manera….Qué duro puede llegar a ser el amor….
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